¿Hay algo más sublime que la libertad?
Cuando te casas es emprender el vuelo,
con el hombre que amas.
El voto en un altar es sagrado, ahí está
escuchando "Él que vigila desde arriba"
La persona con la que me casé me mintió,
me dijo que me amaba y no fue verdad.

Porque el hombre debe amar a su esposa
como a sí mismo. 
Como Jesús amó a su iglesia y dio su vida 
por ella.
Y si no es así, entonces juró en vano, ante
el mismo Dios del cielo...
Porque el voto dice así... 
¿Juras amarla y respetarla?
Y si no la respeta... ¿Podrá entonces amarla?
¿Por qué entonces tanta violencia,
con su esposa?

Yo sufrí esa violencia y aún llevo,
las marcas de ella.

Más aún, fui denigrada y pisoteada,
por el mismo sujeto que prometió,
amarme y respetarme.
No son los golpes, ni la violencia, ni 
las veces que estuve a punto de morir, 
cuando mis hijos eran bebés... Porque...

¿Acaso con los años se ha borrado
el recuerdo? 
¡Ni el dolor, ni la mente olvida!
¡Las marcas no se borrarán jamás!
Las cicatrices no se quitan de la piel...
Excepto con cirugía... 
¿Hay cirugía que quite las cicatrices,
del alma?
¿Qué es lo que peleo? 

Fueron los años que pasé a su lado, 

los que peleo.

 ¿Por un mendrugo de pan,
para propios hijos?
Por ese mendrugo de pan,
deseé morir mil veces.
La sentencia suya a quitarme la vida, me 
enloquecía... 
Yo ya estaba muerta, pero él no lo sabía. 
Era el deseo de dejar de sufrir, la muerte que
anhelé día con día.

Y parece ser que la muerte era la única que
podía arrancarme de sus garras de monstruo.

Hoy el aire pega en mi cara, mueve mi pelo, 
me hace sentir libre... 
¿Ahora lo soy? Podría decir que sí...
Él se ha ido para siempre, pero yo ya vestía
de ropas negras desde antes de que se fuera.


¡Y no era viuda todavía!

No quería vestirme de sol,
porque el sol es el que marca que es de día.
Y yo estaba en oscura prisión y así me sentía.

¡Yo fui nadie! ¿Puedo ser alguien hoy?
Por todo ese tiempo que no existí...
¡Mi vida entera, me fue robada!
¡Busco justicia y el olvido de mi pena!

Fui menospreciada, lastimada e insultada,
y lastimaron mi corazón de tal manera,

  Que dejó de percibir su propio latido.
Angustiada, herida y casi muerta vi pasar
los días.

¿Cómo puedo reaccionar?
Si no lo creo aún todavía. 

 ¿Sobreviví? Sí...
¿Por qué siento todavía esa ansiedad,
que quema mi alma? Mi mente aún está
presa de la melancolía, y mis ojos reflejan la
misma tristeza.
Tengo cuatro años de vivir y no sé lo 
que se me espera.
Es... Tan brillante la luz del día...
Que ensombreció aún más mis tinieblas.
Esa luz quiso llenarlo todo, pero fracasó, 
porque mis ojos se niegan a abrir, 
prefiriendo la oscuridad que en ellos
se encierra.
¿Es malo que avanzar no pueda?
¿La tristeza infinita que en mis ojos aún 
se refleja? 
Pues...
¡No se quita y no la puedo desaparecer!
 "Eso" ¿En qué les molesta?
¿Son ellos más fuertes que yo? 
¿Quizá a ellos les fue peor? 
¡Yo les aplaudo esa fortaleza!
Yo estoy derrumbada todavía...

Si esa fuerza se pudiera traspasar... 
Yo les hubiera rogado que una poca
me dieran.
No saben nada de mis luchas; o en que
pensamientos, mi mente se revuelca.
Mi alma entera sufre, por terminar esto.
Desde el día en que se fue.
Dejé de querer morir... 
Pero...
¿Cómo aprendo de nuevo a vivir?
¿Cómo le digo a mi mente y a mi alma,
que soy libre de nuevo?

Escrita por Ely Rmz

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