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PALABRAS QUE UN MUERTO NO PUEDE ESCUCHAR.
22:50:00Para seguir avanzando en edificar el presente. He dado algunos pasos hacia atrás. No lo hago con amargura, aunque... Tam...
Para seguir avanzando en edificar
el presente.
He dado algunos pasos hacia atrás.
No lo hago con amargura, aunque...
Tampoco en mis labios se dibuja
ninguna sonrisa...
Tampoco en mis labios se dibuja
ninguna sonrisa...
Es solo que no me diste la opción de decir...
Mis sentimientos, ni de reclamar mi derecho
a hablar con sinceridad...
Y no me atreví a tomar ese derecho...
Que la ley de la vida me otorgó,
a hablar con sinceridad...
Y no me atreví a tomar ese derecho...
Que la ley de la vida me otorgó,
al darme una voz. Y...
Lo pude hacer...
Lo pude hacer...
Pero la falta de confianza,
y el miedo me impidieron hablar.
y el miedo me impidieron hablar.
Te di amor y...
Me pagaste con odio...
Me pagaste con odio...
Te di hijos y...
Me pagaste con infidelidad...
En mi cama dormiste tranquilo sin temor...
Porque...
No cerré mis ojos para velar tu sueño.
Administré cada peso que para el gasto me
diste; y con una sola vez que me dijiste que
no recibiría de ti ni un solo peso para mis
necesidades personales...
Aprendí a no pedirte jamás para un vestido,
mucho menos para un labial.
Me traías descalza tratando de humillarme
cada día más y más.
Nunca te pusiste límites para dañarme...
Esperaste por mucho tiempo, reproches y
quejas, pero en mí a menudo viste, esa sonrisa
del que está satisfecho y no necesita nada más.
Sonrisa comprensiva, todavía esperando que
del "patán", surgiera el "caballero" que soñé...
Debo decir que... Mi sueño...
Jamás se hizo realidad...
Jamás se hizo realidad...
Ahora sé que no debo jamás soñar...
Mientras que con descaro te gastabas,
Mientras que con descaro te gastabas,
el dinero a manos llenas, con mujerzuelas
y tus demás amistades,
que estuvieron contigo, cuando les diste
todo, pero que te abandonaron cuando
ya no les pudiste dar...
Solo quedé yo... Viendo tu final...
Pese a todo el daño que me hacías...
Viste en mis ojos la bondad que en
otros ojos no conociste.
Siempre confiaste en mi lealtad...
Hasta el último de tus momentos, cuando
pediste mi mano y mi fuerza para pasar
el umbral que pronto debías cruzar...
Lo hiciste a pesar de que dos meses antes,
me aclaraste que no estabas arrepentido
del mal que me hiciste... Y...
Que jamás me pedirías perdón por lo sucedido.
Y...
Me odié a mí misma...
Para no odiarte a ti...
Me maldije una y mil veces...
Para no maldecirte a ti,
por ser el padre de mis hijos...
¿Qué más podía hacer por ti?
¿Qué más podía hacer por ti?
Copyright Derechos reservados
Escrita por Ely Rmz
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