Si...
He notado que ya no tengo la misma
calma del ayer...
Ni la misma resignación, ni el mismo
aguante.
 Ni la misma imperturbabilidad.
Ni la misma impasibilidad... 



Para con los que están a mi derredor...
Y no es porque me haya vuelto engreída.
Es porque ya no quiero poner mi mirada,
en lo que no me gusta o me lastima.
Ya no quiero soportar de nadie sus 
sarcasmos, o que quieran gobernar mis
ideas o puntos de vista.



No deseo ganarme la estimación del que
no le caigo bien.
 Porque ya no me importa sonreírle al 
que me voltea la cara.
Ya no me interesa tener o no tener la razón,
ni discutir por ello.
Ya no me perturba si me ignoran, o si
me buscan. 

Si terminé eligiendo la soledad, no fue por
 egoísmo.
Fue porque me adherí a ella cuando me
 di cuenta que en medio de la soledad me
encontré a mi misma y hallé la tranquilidad
que por años tuve perdida... 
Siempre rodeada de gente... Pero más y más
sola cada día...

Todos ignoran lo doloroso que fue para mi
recoger del suelo, mis sueños hechos pedazos.
Y esa soledad fue el principio de mi libertad.
Cuando al encontrarme conmigo misma.
Comprendí que yo podía elegir...
 Quién si y quien no, podía entrar en mi vida. 

Copyright derechos reservados 

Escrita por Ely Rmz