LA MUJER QUE ME SIGUE, LLORA... Y NO LA QUIERO ESCUCHAR.

Voy por el camino de la vida, y aunque mi paso
es inseguro, tengo por cierto el lugar...
Adonde debo llegar...
Voy tranquila, respiro lentamente, disfrutando la vista.
A veces del ocaso... A veces del amanecer...

Tras de mí, una mujer, vestida de negro, y con los pies
descalzos... Con el rostro cubierto, y buscando algo
en su bolso... y no encuentra el porqué...

La oigo llorar... Su alma está desgarrada...

Esa mujer me desagrada... y no lo puedo entender...
La gente que va de frente en el camino, voltean y
me saludan... A ella ni la notan... Ni la voltean a ver...

Ella se me empareja al paso, y me dice:
Adonde tú vayas... Te seguiré...

¡No! Tú no puedes ir conmigo, a donde yo voy...
Necesito ir sola... ¡Quédate aquí!.. En este camino...
Yo volveré después...
Seguí mi camino y todavía la oía caminando... tropezando,
llorando, y lamentándose por lo que pudo haber sido y no fue.
Por la noche, mientras dormía, tuve un sueño...
De un cortejo fúnebre, y oí que alguien decía...
No, no hubo funeral... ¡Ni velación!
Sí, la pobre viuda, ni ha muerto... Pero igual... como quiera,
la van a enterrar... Está como muerta... ¿Qué más da?
Si ya no siente... si no piensa... y ya no entiende...
Pues ¡Enterrémosla ya!

En el sueño vi a mis hijos... y uno de ellos dijo...
¡Esta mujer está viva!!... ¡Madre!... abre tu corazón...
¡Y muestra piedad para ti misma!...
¡Vive para nosotros! ¡Te amamos!... Abre, Abre tus ojos...
En el mismo sueño, caminé hacia la mujer...
Y le quité el velo que cubría su rostro...

Y al verla, me vi en el espejo de sus ojos...
Y vi que eran los míos...
Y tuve que enfrentar la realidad... Era una negación...
Y pensé... ¡Yo quiero ser diferente!...
¡Tener una nueva identidad!
La del espejo... La mujer que soñé...
Ya no soy yo... Fue una etapa de lo que viví.
Ella vivió prisionera...

Ella era prisionera... ¡Yo ahora soy libre!

Y si ahora soy libre... ¡Quiero vivir y sentir, esa libertad!
Ella siempre estuvo muy triste...

Y... Yo, hoy quiero ser feliz...

Ella llora todavía, no quiere ser consolada...

Y yo... ¡Quiero cantar! ¡Dejar que me invada la alegría!

Quiero vivir y disfrutar a mis hijos...

Ella quiere morir...

Y, yo vivir...

Al despertar enfrenté mi negación, ¡No!.. No quiero ser ya,
la mujer, que fui... ¡No!
Porque ella perdió su dignidad y... Yo apenas la encontré ...

Si miro hacia atrás, nunca me perdonaré, por los errores que
cometí... La falta de respeto, que yo misma me perdí...
Cuando no exigí... Cuando... Viví... Lo que viví...
Que se vaya de mí, esa parte resignada, monótona y vacía...
Esa debilidad... Ya, en mi nueva vida, no tiene cabida...
Porque odio lo que fui...
Y anhelo empezar una nueva vida...

Si los que me aman me dicen:
Madre, queremos que vivas... Quizá se fusionarían ambas,
y serían una misma... Pero yo les pediría que me aceptaran
ahora... ¡Ya no quiero ni puedo ser la misma!