RECOGIENDO LOS PEDAZOS, DE MI VIDA...

Me ha dado por pensar, y analizar, todo este embrollo
que ha sido mi vida... ¿Puedo ser alguien?...
¿Si por años fui nadie?...
Cuando fui destruida y reducida a cenizas... y creí...
Que ya no existía...

Cuando veo mi cara en el espejo... Añoro ver aquel rostro,
lleno de inocencia... Amando y deseando la felicidad...

Mis ojos desafiantes, que aún no conocían el temor, y el dolor...

Porque ahora entiendo, que los ojos son el espejo del alma...
Y ellos reflejan, los sentimientos, que te llenan el corazón
y expresan, lo que sientes, lo que piensas y lo que sufres...
Y te angustia, porque no quieres que te tengan lástima...

Caminaba entonces... Erguida, retadora con la vida, las cejas levantadas,

El mentón determinado, y apretaba los labios en actitud desafiante...

Correteando feliz entre el monte, observando embelesada, las
bellezas de la naturaleza...

Entonces el mundo era mío y creía que solo tenía que recorrerlo...

Así crecí entre la belleza majestuosa, de la naturaleza, y la
inocencia... sin conocer la malicia ni el dolor...

Yo era una campeona, y no había adversario, que me pudiera vencer...

Quizá porque en mis sueños infantiles...
Siempre peleé con seres imaginarios...

Ciertamente... Pensé, al mirarme en el espejo, en lo cruel que era
el tiempo...
No perdonó, ni juventud, ni belleza... Ni candor e inocencia...

¿Porqué siento que acabo de salir de un ataúd?
¿Dónde pasé todo este tiempo?
Y, si no estoy muerta... ¿Porqué siento como si lo estuviera?
¿Porqué visto de negro, no solo mi ropa, sino mi corazón entero?

No debería ser blanco... ¿Si vine fuera?
Y si la luz me ciega... ¿Porqué no te vas penumbra?
Porqué me atormentas?
O, ¿Es que en verdad morí... Y solo sueño que vivo?
¿ Porqué mis fuerzas se fueron? Con mis ganas de salir fuera

¡Suéltame Muerte!... ¡Vete tristeza!
Dios me ha dejado vivir… Y en su mano están la vida y la muerte...

Y así, analizando las cosas... siento que mi vida comienza...
Ya no quiero recordar... Se fue el temor... Pero queda el dolor...
¿Qué haré?... me siento tan sola... Como navegando en alta mar.